EL TERRORISMO
Creo que los colombianos nos extrañamos al oír al señor Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, cuando dice: “Condeno en los más enérgicos términos estos actos de cobardía, (se refiere a lo ocurrido en Noruega en estos días de julio de 2011), para los que no hay ninguna justificación”. La extrañeza se funda frente a lo que hace el terrorismo en Colombia recientemente en Toribío y Corinto en Julio del 2011, actos que pasan desconocidos a los europeos en general.
Estos hechos en Noruega y en estos pequeños municipios de Colombia, tienen exactamente la misma gravedad e importancia, frente a la barbarie del terrorismo. Y es grave aún, cuando estos se representan en el continente, que piensa que el Eurocentrismo es la solución y ejemplo para el mundo.
Los europeos tienen que saber que el eurocentrismo hizo crisis en el siglo XIX en América del Sur, y en el siglo XX en África, porque no se han mirado a sí mismos frente a los guerras mundiales del siglo pasado, y menos aún, a los desastres que dejaron sus conquistas en América y África, en los siglos anteriores, basados todos en la violencia.
Ya es hora de que un acto de terrorismo en Colombia y en Europa tenga la misma condena ética y humana. El mundo está en crisis por eso. La violencia no resuelve nada. La violencia, más que el calentamiento global, está a punto de acabar con el mundo. Las profecías a puntan a eso…
Mientras tanto seguimos con el cuento de Descartes, de pienso cuando existo, cuando la verdad es que debió decir: PIENSO, LUEGO EXISTEN LOS DEMÁS.
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