sábado, 12 de noviembre de 2011

LECCIÓN DE CRISTO 12_11_2011


EL ENDEMONIADO DE GERASA

Y llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él y gritó con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.» Es que él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre.» Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Le contesta: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos.» Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región. Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte; y le suplicaron: «Envíanos a los puercos para que entremos en ellos.» Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara - unos 2.000 se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar. Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos. Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término. Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con él. Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti.» El se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados.
NOTAS

Gerasa era una ciudad de la Decápolis, reconstruida en tiempos del NT por los romanos. Se encuentra entre el Mar Muerto y el Mar de Galilea.
Decápolis se llamaba el territorio de diez ciudades griegas fundado por Alejandro Magno y sus sucesores al este del Mar de Galilea.
Endemoniado: Se aplica a la persona que está poseída por endemonio. A través de ella actúa el demonio. El endemoniado del cuento estaba viviendo entre los sepulcros en un cementerio. Estaba loco. O mejor, los demonios estaban locos.
Hijo del Altísimo: Jesús hijo de Dios.
Legión: Legión es el nombre que han tomado diferentes cuerpos militares a lo largo de la historia. Legión romana. Legión Española. Legión extranjera. Legión Extranjera Francesa.
Piara: Manada de cerdos.
Espíritu inmundo sal de este hombre. Jesús parece decir: Buscamos solucionar los problemas donde no están, porque es en el hombre donde se encuentra el mal de este mundo. Nos puede parecer ridículo que una piara de cerdos, unos dos mil, se pierdan precipitados al mar por salvar y librar a un endemoniado del espíritu inmundo que lo atormenta, pero es la manera como Jesús restaura el alma del endemoniado, y lo vuelve lo que es en realidad: un hombre con alma, con espíritu. Y lo manda a donde los suyos, a su familia, para que lo reconozcan, porque antes era un demonio, y ya no lo es.
Envíanos a los puercos: La legión de demonios le pide a Jesús que los pase del alma del endemoniado de Gerasa, a el alma irracional de los puercos. Los demonios viven en el alma.
La locura está en la legión: el texto de Marcos 5,1-20, señala que el endemoniado está loco, pero realmente los que están locos, son los demonios de la legión, porque una vez lo abandonan, los porqueros y la gente de la región: “Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario