La Convivencia Social
Frente a la violencia, que es nuestro tema central, es necesario para combatirla con éxito la convivencia social, que se logra educando para hacer posible la vida y la felicidad. Para todos los días y para toda la vida, para construir un orden donde todos podamos ser felices. Aprender a no agredir al otro es la base de todo modelo de convivencia social y de todo modelo de convivencia social. Discuta y defienda su punto de vista sin herir al otro. Sea fuerte sin perder la ternura y la compasión por el otro. Reconozca que los demás son diferentes y pueden ser su complemento o su opositor, pero no su enemigo.
Aprender a comunicarse es también la base de la autoafirmación personal y grupal. Exprese sus puntos de vista, pero también escuche el de los otros, así habrá reconocimiento mutuo. El medio básico del reconocimiento es la conversación. Recuerde que una sociedad que aprende a comunicarse aprende a convivir. Aprender a interactuar es la base de los modelos de relación social. Todos somos extraños hasta que aprendemos a interactuar. Aprender a interactuar supone varios aprendizajes: Acérquese a los otros. Comuníquese con los otros, reconociendo los sentimientos y los mensajes de ellos, logrando que se reconozcan los suyos. Comparta con los otros aceptando que ellos están con usted en el mundo, buscando y deseando ser felices y aprendiendo también a ponerse de acuerdo y a disentir, sin romper la convivencia. Disfrute la intimidad y ame a los otros. Sobre todo aprenda a percibirse y a percibir a los otros como personas que evolucionan y cambian en sus relaciones guiados siempre por los Derechos Humanos.
Base de la política y de la economía es aprender a decidir en grupo, es muy importante. Logre la decisión en grupo a través de la concertación. La concertación es la selección de un interés compartido que al ubicarlo, fuera de cada uno de nosotros, hacemos que nos oriente y nos obligue a todos los que lo seleccionamos, a buscar la participación directa o indirecta de todos a los que va a comprometer la decisión. La concertación genera obligación y sirve de orientación para el comportamiento. El grado de convivencia de una sociedad depende de su capacidad de concertar intereses de una forma participativa a todo nivel.
Aprender a cuidarse es la base de la autoestima y el respeto. Cuide, proteja y respete su vida y la de sus semejantes. Preocúpese por cuidar el bienestar físico y psicológico de sí mismo y de los otros. Rechace los actos violentos contra si mismo y los demás. No haga justicia por mano propia.
Aprender a cuidar el entorno es el fundamento de la supervivencia. Acepte que todos somos parte de la naturaleza y el universo, pero que, en ningún momento, somos superiores a ellos. No somos los «amos de la naturaleza». Preserve y haga buen uso de los recursos naturales. Cuide los lugares donde vive, trabaja y se divierte. La convivencia social implica también aprender que para nosotros no es posible sobrevivir si el planeta muere, y el planeta tierra no puede sobrevivir como «nuestra casa» sin nuestro cuidado.
Aprender a valorar el saber cultural, es la base de la evolución social y cultural. Valore sus costumbres, tradiciones y su historia. Entienda que el ser humano no solo evoluciona biológicamente, sino que también cambia a medida que su cultura se transforma. Comprenda que sus saberes y conocimientos son tan válidos e importantes como los de otros.
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