martes, 30 de noviembre de 2010

LECCIÓN DE CRISTO 25_11_2010


El acompañamiento del Cordero

Apocalipsis 14, 1-5. El Cordero estaba en pie sobre el monte Sión, y con Él 144.000 que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el de su Padre. Y oí un ruido, un canto nuevo. El tema del canto celebra la nueva liberación del pueblo de Dios, y el nuevo orden instalado por el Cordero inmolado. Los 144.000 son íntegros y fieles, han rechazado la idolatría y pueden ser desposados con el Cordero.
Se utiliza el término lujuria en sentido metafórico, para aludir a la idolatría, el culto a la Bestia. Por el contrario los 144.000 son vírgenes y siguen al Cordero a donde quiera que vaya.
Dice el Diccionario de la Biblia, que Cordero es la expresión utilizada por Juan Bautista para designar a Jesús, (Jn. 1, 25-35), y el Apocalipsis como símbolo de Cristo, degollado en rescate por el pecado, (Ap. 5, 6-14).
Dice el Ap., que los 144.000 cantan un cántico nuevo delante del trono, de lo vivientes y de los ancianos. Para los judíos los ancianos representan no sólo a las cabezas de la familia, sino también a la jefatura de la tribu. En síntesis es la buena nueva del cántico que sólo lo pueden aprender los 144.000 dentro del pueblo.
Porque al final de los versículos 4 y 5 dice el Ap. textualmente: “Estos siguen al Cordero a donde quiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero, y en su boca no se encontró mentira: no tienen tacha.”
Verbum Domini de Benedicto XVI dice en la página 193, Juan nos hace contemplar: “…en el prólogo de su evangelio, que todo el ser está bajo el signo de la palabra. El Verbo sale del Padre y viene a vivir entre los suyos, y retorna al seno del Padre para llevar consigo toda la creación que ha sido creada en Él y para Él. La Iglesia vive ahora su misión en expectante espera de la manifestación escatológica del Esposo: El Esposo y la Esposa dicen: ¡Ven! (Ap. 22,17).”
En resumen el Cordero no está solo. Lo siguen todos aquellos que se diferencian de los demás, porque quieren ser como Él, sin tacha, y escatológicamente se encontrarán con Él, cuando trasciendan de la vida. Esa es precisamente toda la creación que será llevada por Él al Reino del Padre.

lunes, 29 de noviembre de 2010

ENCUENTRO CON LA VIOLENCIA 81


El error humano de las armas

Mi compañero de caminatas me sorprendió ayer con un sueño que tuvo, que lo trasladó 10.000 años adelante. Lo miraba incrédulo, pero él actuaba como si todo fuera verdad. Los sueños, no son sueños, me decía, al contrario son una realidad que lo conmovió hasta el cogote. Y juró que se sintió mejor que nunca; era para él una revelación bíblica de estricto cumplimiento. Negarla era herejía.
Era el 12010, me explicó, cuando caminaba por la plaza de Bolívar y se encontró con el Alfonso Cano (12010) de entonces. Me cuenta que no estaba barbado, ni con el consabido camuflado, sino vestido con un traje común y corriente. Tanto que al principio no supo quién era. La aproximación la hizo Cano, ofreciéndole una manotada de arroz integral, y lo invitó a sentarse con él, para que llegaran las palomas revoloteando por todos lados en busca de un grano de arroz. Se sentaron cerca de la estatua de Teneranni de Bolívar, que Cano (12010) siempre quiso cambiar por la de Santander, porque le parecía que el Hombre de las Leyes le parecía mejor mirando al Congreso que Bolívar, luego de comprender que la constitución boliviana hecha por el Libertador, era de corte monárquico.
Cano (12010), desde hace un tiempo se aficionó por las normas de derecho dizque porque la ONU había acordado suprimir las armas en todos los países del globo. La norma entonces, era lo único que servía para luchar por el pueblo. El Estado de Derecho, le parecía a Cano (12010) lo último en guarachas…
Me reí a las carcajadas con mi sueño, dijo, mientras las palomas se nos paraban hasta en la cabeza. Algunas nos regalaron una deposición en el vestido. Y otras nos picaban la mano para sacar el grano.
Pero aquello no me parecía un sueño, me explicó. ¡Hubo que hacerlo!, afirmó con un tono concluyente, y escribió el sueño para la prensa, y cuando yo le dije que no habría nadie quién le creyera semejante cuento… Se rió afirmando con la cabeza, y haciendo con ambas manos un círculo en cada sien, significativo del suicidio. No creas, me respondió mirándome a los ojos. Quedábamos en el mundo apenas 150 personas, luego de terminada las guerras de siempre, entre Irán y los Estados Unidos, las Coreas, los palestinos y los judíos, etc., etc. A propósito no quedaron ni un solo judío y ni un solo palestino. El último que sobrevivió a la lucha, se suicidó, cuando se vio solo.
Hacía poco se había reunido la ONU, formada por 10 sobrevivientes, para acordar la supresión de las armas y establecer al fin el respeto por la vida de los seres humanos. Hubo consenso unánime para evitar por medio de las normas, todo homicidio humano. Escogieron a Colombia para reunir a los sobrevivientes. Se dispuso el uso de un solo idioma, y una sola nación, una sola creencia y una sola autoridad civil. Colombia era ideal porque tiene tres cordilleras que forman 6 vertientes con todo los climas. La fauna y la flora eran abundantes. Y como existía el carro eléctrico desde hacia varias décadas… (habían quebrado Chávez y los países petroleros del Asia Menor), de manera que el efecto invernadero del mundo se transformó a como era en el principio de los tiempos la atmósfera pura y diáfana.
Cano (12010) parecía feliz lleno de palomas en torno a él. Es necesario que salvemos a la humanidad, dijo, como descubriendo el agua tibia. Había surgido entonces una sola ideología, pues todo el mundo estaba convencido hasta la saciedad que la violencia no fue nunca la solución a los problemas humanos. Se convencieron todos que el amor puro era la solución a todos los conflictos. Y así terminaron… Y a diferencia de aquellas épocas de guerras, nació en cada corazón una creencia sublime: la vida humana no era hecha en los países desarrollados, sino que fue un tipo que se llamaba Dios y que Él mismo había mandado a su Hijo para enseñar a vivir en el Amor, pero que nadie le hizo caso, porque las diferencias violentas humanas, no lo permitieron.
Bueno, concluyó mi compañero de caminata, llevé el artículo a los periódicos y me dijeron que eso no tenía “rating”, luego no era publicable.  Amén.

domingo, 21 de noviembre de 2010

LECCIÓN DE CRISTO 18_11_2010


La vida nueva en Cristo 2

Efesios 5, 6-14: “Despierta tú que duermes, y levántate dentro de los muertos, y te iluminará Cristo.”

El grupo ha llegado puntualmente a las 7 p.m. La charla y los celulares, comienzan a apagarse poco a poco… Hasta que el Padre Alex pide silencio y comienza a sonar la música, mientras todos se sientan en su sitio y muchos cierran los ojos… La letra de la música dice: “Hay momentos que…, no debían terminar. Hay momentos que debían ser eternidad. Cuando oigo dentro de mi, tu voz que me llama, siento una gran fuerza, y mi corazón estalla: te amo mi Señor, te amo con las palabras, que me llegan al alma para cantarte: Te adoro mi Señor, no hay nada alrededor, solo estamos Tú y yo…”

  Jesús es la luz del mundo. Por esa luz conocemos el mundo como debe ser; encontramos a través de Él la bondad, la justicia y la verdad. Pero ¡cuidado!, hay en el mundo muchas maneras para ocultar esto con la mentira. Se niega la bondad, la justicia y la verdad con la mentira. Se disfraza la existencia para negar la verdad, se justifica la mentira, y se cambia por el odio, la bondad.
Donde hay luz podemos ver. Donde hay oscuridad no. Los bautizados somos los iluminados, porque tenemos luz. Y el parámetro es el evangelio que nos da una forma de vida. Una vida santa. Vamos entonces por el camino de la luz, siguiendo la palabra de Jesús en el evangelio.
La gloria de Dios es la autonomía del hombre, porque cuando Dios se hizo carne, se hizo humano, para darnos el ejemplo de ser iluminados. Entonces con el evangelio sacamos de las tinieblas lo que se esconde. Sacamos la maldad de nuestro interior, porque podemos ver la verdad.
Yo soy lo que tú eres, nos dice Jesús. Siempre que lo hemos querido así. Yo en ti, y tú en mí. En mí, por eso, la maldad no tendrá voz en mí. Cristo será mi sombra, es la manera de seguirme. El gusta de visitar a los que están en las tinieblas.
Cristo fue capaz de ver la luz nuestra en las tinieblas, la luz de Dios en nuestra tinieblas. Y esto, cuando funciona positivamente, es la manera como Cristo nos da la libertad. Estamos amarrados a la maldad, lo vemos diariamente, los sentimos, lo vivimos en nosotros. El secreto es ver donde estamos. Parar nuestra existencia, a ver como está, donde está, que tanto ha perdido la libertad, y cómo, podemos librarnos para salir a la luz… Ahí está Jesús, esperando.
  Está esperándonos para sanarnos. Y cuando lo hace somos libres y podemos llegar a la bondad, la justicia y la verdad. Conocemos la felicidad, el sentirse pleno, el ver que la vida, que es sagrada, la hemos sabido llevar a la plenitud. Estamos satisfechos.
Vemos en cambio con tristeza a los que siguen en las tinieblas. Ellos creen que la vida es estar en la oscuridad, en la adicción, en la fornicación, en la materialidad, en fin. Pretenden, por ejemplo, combatir los embarazos de los jóvenes, con preservativos o con la píldora del día después, para que sigan en las tinieblas.
La imaginación es la loca de la casa… ¡cuidado!, tiene un poder muy grande para las disculpas, para inventar, para justificar con toda clase de argumentos, lo que está mal.
Por eso no puede haber temas tabú para la fe cristiana. Hay que analizar, y sobre todo hacer el discernimiento espiritual siguiendo las palabras del evangelio de Jesús.
Les dice San Pablo a los Efesios para prevenirlos con los que no siguen sus enseñanzas: “No tengáis parte con ellos. Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de luz, pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.”
El padre Alex nos pide que cerremos las biblias y que pongamos punto final a nuestras preguntas. Prende una vela en el centro del recinto, y apaga la luz… Hay que meditar. Hay que sellar en el corazón lo aprendido. Hay que volver los ojos hacia adentro… Y el padre Alex prende la grabadora:
Hay momentos que…, no debían terminar. Hay momentos que debían ser eternidad. Cuando oigo dentro de mi, tu voz que me llama, siento una gran fuerza, y mi corazón estalla: te amo mi Señor, te amo con las palabras, que me llegan al alma para cantarte: Te adoro mi Señor, no hay nada alrededor, solo estamos Tú y yo…”


lunes, 15 de noviembre de 2010

ENCUENTRO CON LA VIOLENCIA 80_2


EL EGOÍSTA

No es fácil hablar del egoísta. Habría que romper el cielo donde vive, y traerlo de mala gana a la tierra. Seguramente echando vainas, y diciendo malas palabras, ya que según él, el puede llamar a todo el mundo nombrándole la madre primero, y luego apodándolo hijo de la gran casualidad.
Eso le pasaba a Hitler cuando en “Mi Lucha” se refiere a los judíos. Y a Tirofijo cuando pensaba, en vida, sobre el Estado colombiano. Le pasa a los palestinos y a los judíos. En fin, Cualquiera con dos dedos de frente comprende donde está el problema. En el ego del ser humano que es donde se aloja el odio, y nunca sale de ahí, ni dándole con qué.
Ahora que hemos leído el libro de Ana Carrigan, “El Palacio de Justicia”, nos damos cuenta que el ego queda empantanado, hundido en el lodo, después de 25 años de egolatría. Todo el mundo tiene la razón, cuando se hace por la democracia, según lo comenta uno sus protagonistas ególatras. Y sucede que el ego ha enterrado gente y algunos desaparecidos, sin una explicación que la razón entienda.
Claro, cuando hablo de esa razón buena, exacta, me refiero a los seres humanos que adolecen de tener ego. Lo tienen guardado en una caja fuerte, y aún así viven temerosos que se vuele para el mundo, o se vaya para donde las prepago. Es una desgracia. Cualquier descuido es funesto.
En el budismo tibetano, la iluminación llega con la eliminación del ego. Y en el cristiano, con la humildad. Siendo la humildad un general de diez soles, cojonudo y estricto como él solo, que generalmente vive en los conventos, o en los llamados pendejos, por la masa bravía. Y no me refiero al ego que crece como la semilla de la mostaza. ¡No!, de la que habla Cristo, sino de aquella que crece con los electrodomésticos, el celular, la TV, y cuanta porquería material llega a través de los medios de la invasión masiva de comunicación carente de espíritu, y llena de dólares.
Pero si vamos a hablar en serio del ego, comencemos por decir que el egoísmo moral, o egoísmo ético, es una doctrina ético filosófica que afirma que las personas deben tener la normativa ética de obrar para su propio interés, si son gringos, y por el interés de los demás, si son proletarios.
Sin embargo es la única forma moral de obrar, la que permite realizar acciones que ayuden a otros, pero con la finalidad que el ayudar nos dé un beneficio propio, si somos gringos, y satisfacción espiritual, si somos hermanitas de la caridad.
Hablando en serio, es bueno que las personas pensemos en nuestro ego, no para ensalzarlo, como Hitler, sino como el del pobre Pomponio, en la Bogotá del siglo pasado, quién llevaba las invitaciones de la clase alta cuando se casaba, porque no había correo postal, y que era un mendigo que sólo se ponía bravo cuando le nombraban la madre, ya que el ego hay que ponerlo en su sitio, pues la vida es sagrada.
El egoísta moral se basa en la afirmación de sí mismo; que lo convierte en su propio soberano al volverlo consciente de su realidad moral y personal. La realidad es la de su propia existencia y su vivir en una realidad determinada. “El Palacio de Justicia” de Ana Carrigan, nos sirve de ejemplo, al cumplir el suceso 25 años, el 6 de noviembre de 1985, cuando ocurrió la toma de esta rama del poder público, por el M-19, que fue cuando entonces, uno de sus protagonistas, afirmó que su recuperación, (que fue un desastre mortal), se hizo por la democracia.
Cabe señalar finalmente, que en esa democracia, el hombre libre, tiene derechos, y claro, obligaciones; y una de estas, la más sagrada, es el respeto por la vida, donde no siempre, la legítima defensa, es válida.   

ENCUENTRO CON LA VIOLENCIA 80


La vida nueva en Cristo

Efesios 5,1-6. Hay que vivir en el amor, como Cristo nos enseñó. Ni la fornicación, ni la impureza, ni la codicia, nos llevan a Él. Lo contrario, nos alejan de esa vida feliz y buena, que no por ser pasajera deja de ser santa. El camino del amor y la imitación de Jesús, es lo que nos hace felices. En eso consiste la vida nueva.
Lo mismo pasa con la grosería o chocarrería, las necedades, en fin, San Pablo nos hace ver que con Cristo ninguno de estos defectos participa del Reino de Dios. Hay que vivir como hijos de la luz, pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.
Antropológicamente, es decir, desde el punto de vista del ser humano, hay que desprivatizar la fe, el amor, la bondad, para poder ver lo que somos nosotros mismos, y nuestra relación con los demás. Haciendo referencia al contexto en que nos movemos, para poder ver la bondad, la justicia y la verdad, tal cual. Porque hay que hablar en los términos de la conducta humana, y desde ahí, comencemos a desprivatizar, lo que nos permite salir de nuestro circulo y poder ver desde arriba, lo que nos rodea, y así, crear modificaciones que requiere nuestra conducta, lo que le hace falta en bondad, justicia y verdad.
Cada día tenemos que ir formando nuestra estructura. Tenemos que mirar los derechos humanos. Y si lo hacemos bien vamos a encontrar las conductas de los ultraderechistas, los fanáticos, los godos atrasados o los liberales con una libertad que se salta los derechos humanos, en fin, miles de características que el ego va formando con el odio o con las creencias de superioridad sobre los demás. La idolatría la podemos catalogar desde la frontera de la fe. Entonces debemos darnos cuenta que hemos perdido la identidad y vuelto nuestras creencias un fetiche. No somos dioses. Dios no tiene nuestro defectos, no es como lo imaginan los seres humanos malos, que asesinan, que fornican, que son impuros, en fin. Piensan que lo que hacen está bien, y se regocijan, sin saber que van camino de las tinieblas. Van a sufrir. Van a ser infelices.
Hay que tener cuidado entonces con la idolatría y los fetiches que nos rodean. Los encontramos especialmente en los medios masivos de la comunicación. Para poner un ejemplo, los periodistas se suelen ir por lo negativo. Si hubo un sacerdote pederasta, entonces para agrandar las noticias, para tengan buenos “ratings”, le hacen creer a la gente que todos los curas lo son.
Con frecuencia los medios masivos no critican sus errores, y menos aún, la deficiencia que tienen en gran porcentaje de ser ignorantes. No saben derecho, pero juzgan al detenido. Lo condenan “de una”, y se saltan el proceso penal que debieran conocer.
El 9 de abril de 1948 sirvieron de estímulo para el “bogotazo”, con 5000 muertos y miles de pérdidas materiales. Nadie dijo nada al respecto de haber servido los periodistas de estímulo a la debacle. En “El Palacio de Justicia”, tragedia que conmovió al país hace 25 años, el 6 de noviembre de 1985, donde murieron magistrados de la Corte Suprema y del Consejo de Estado, además de personas particulares, guerrilleros del M-19, soldados y policías, también sirven de ejemplo, los periodistas, de la inutilidad como seres responsables de no ver una situación caótica. Los guerrilleros del M-19 comenzaron a llamar a la prensa: “Si el gobierno no retira al Ejército, masacraremos a los magistrados.” Las emisoras y sus avisos publicitarios estaban de plácemes: todo el país prendió el radio. (Noticia tomada de la página 154, “El Palacio de Justicia”, de Ana Carrigan, Primera Edición Octubre de 2009, ISBN 978-958-8461-06-9).
El presidente de la Corte habla con la radio: “Pero magistrado Reyes (se refiere a Alfonso Reyes Echandía muerto en la tragedia), ¿qué podemos hacer? ¿Qué debemos hacer?”. El magistrado suplica que se dé la orden de cese al fuego. Pero el periodista lo único que hizo fue hacer más preguntas, que es lo que saben hacer. El magistrado le responde lo lógico: “Este no es el momento de hacer preguntas… Luego del cese al fuego le respondo.” Y colgó el teléfono. Y luego pasó lo que ya sabemos. El periodista no entendió nada.
Este es sólo un detalle de semejante tragedia, pero es excelente para darnos cuenta del contexto que vivimos, siempre de espaldas a la verdad, a la justicia, a la bondad, y sin tomar sentido a hacer del país, al fin, un civilización cristiana, en que todos somos iguales en Cristo, hermanos de Dios, hechos por Él, donde todo se fundamenta en el amor puro que nos enseñaron Jesús y María. Por eso, este tipo de comportamientos, lo afirma San Pablo, relajan la unidad, la destruyen. Son comportamientos que no tienen presentación pues no son dignos de un cristiano. Vivamos como nos lo enseña el evangelio, pues. 

lunes, 8 de noviembre de 2010

LECCIÓN DE CRISTO 4_11_2010


La Exhortación

En Efesios 4, 25-32, San Pablo dirige su exhortación hacia la vida nueva en Cristo, sin mentiras pues todos somos miembros unos de otros. Sin estar aireados. Sin Robar. Ayudar al necesitado. No utilizar palabras dañosas, sino las que sean convenientes, y hacer el bien a los que nos escuchen. No entristecer al Espíritu Santo que vive en nosotros. Toda amargura, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad desaparezca de nosotros. Sed amables, y perdonar como Dios nos perdonó en Cristo.
En la Carta a los Efesios San Pablo nos lleva a pensar en Cristo, para poder enfrentar esta exhortación sobre nuestros defectos, para que con la  gratuidad de Dios, que es el don que nos hace conscientes a través de Cristo de la verdad interior propia, donde encontramos diariamente el cúmulo de defectos, de los cuales Cristo nos libró en la Cruz.
Son cuestiones prácticas que aparecen diariamente en la vida cotidiana nuestra, y que nosotros afrontamos con el don de Dios, que nos llena con el Espíritu Santo, para seguir la palabra de Cristo.
Cristo nos lo dio Dios como la entrada a su propio corazón, dentro de la gratuidad que es el don de Dios. Cristo es por eso la piedra angular de nuestros cimientos, para ser inconmovible nuestra alma frente a los hechos que mencionamos arriba, y para afrontarlos con éxito.
Todos los días al levantarnos debemos meditar sobre esto, y reflexionar sobre nuestros defectos, para corregirlos con la ayuda del Espíritu Santo. Muchas veces no soportamos a los demás. Muchas veces nos levantamos llenos de odio. Muchas veces no perdonamos. En fin, reflexionar cada día sobre esto, para corregir nuestras actitudes, que están fuera del corazón de Cristo. Los sentimientos los maneja Él. Y es imposible que se equivoque porque está fuera de su manera de ser, según lo demostró en la cruz. Él se da por nosotros. Deja atrás sus heridas. Lo fundamental es: “Perdónalos porque no saben lo que hacen.” Y se entrega al sufrimiento para salvarnos. Todos estamos salvados a su lado. Nadie está condenado, si ha tenido la inteligencia de abrirle la puerta al Espíritu Santo.
Tenemos que aprender a manejar nuestras emociones. Estudiar nuestras actitudes. Manejar nuestro vocabulario. Todo dirigido a ser ante los demás, como Jesús quiere. Estar al servicio de los demás, como lo hizo Él en vida, y prepararse internamente con la meditación, para dar de sí, el legado de Cristo de su amor y sacrificio.
Cristo está en todos. Lo que ocurre es que hay seres humanos que no se dan cuenta, o no les interesa, o están dominados por su ego terrenal, apegado a lo impermanente, a lo corruptible, a lo material. Lejos del Espíritu Santo. Y así destruyen su vida, con la adicción a lo material, su concepto de que su ego prevalece sobre todo. Cuando todos somos hijos de Dios, sus hermanos, iguales en todo, sólo diferentes en la vida sagrada que recibimos, original y única, irrepetible, con una misión personalizada, simplemente porque la vida, por ser sagrada, es un capital que recibe la persona, y por el cual debe responder ante Dios, el único que puede juzgar al hombre.
 Y siempre tengamos en mente como termina la epístola de los Efesios 4, 25-32: “Sed amables entre vosotros, compasivos, perdonándoos mutuamente como os perdonó Dios en Cristo.”



lunes, 1 de noviembre de 2010

ENCUENTRO CON LA VIOLENCIA 79


El Problema del EGO
El tema del ego parece un problema al que nadie quiere meterle mano, sabiendo que ahí se genera no sólo la violencia, sino el calentamiento global, pues la gente no se educa por la estupidez del individualismo, y la creencia en el súper ego que se siente el divino putas frente a los demás. El odio, como ocurre en las FARC intenta destruir el Estado colombiano, y así ocurre con tantos otros ejemplos que abundan en el mundo, y que no tienen una explicación racional. La vida es pasajera y es divina, y trasciende al más allá, cuando está cimentada en el amor al otro. El mundo sería una caja de música, si así fuera.
En América Latina está Colombia con el problema con las FARC y el ELN, y Perú con Sendero Luminoso, pero en Asia Menor hay varios ejemplos que no tienen explicación lógica, ya que los seres humanos andamos por debajo de los seres irracionales, ya que no sabemos por qué no podemos pactar la paz, siendo la vida pasajera, y teniendo ante sí el problema de un planeta que ya tiene problemas que lo pueden llevar a su desaparición.
El ego hace primar el odio sobre todo. Ese odio no les deja ver a los judíos y a los palestinos, por ejemplo, lo importante de una unión necesaria, si creemos que sus creencias son verdaderas, ya que lo lógico, es que estén fundadas en el amor. Fuera de allí, no hay sino destrucción y muerte. Tal como lo detallan los medios masivos de la comunicación diariamente.
Ya es hora de recapacitar. De entender que el tiempo es pasajero, que no tiene retorno. Que el ahora es el momento oportuno para cambiar el odio por el amor. No hay ideología ni creencia que esté por encima de amar al enemigo, y estar cada humano al servicio de los demás, por fuera de ese individualismo egocéntrico que nos ha dejado en el siglo pasado millones de muertos. Y aún no entendemos.
¿Por qué no hacer el ensayo? Es en el ahora, que los palestinos deben sellar su guerra con los judíos, y las FARC y el ELN con Colombia. ¡Se imaginan si así fuera! Con la plata que se gastan en armas, podríamos dedicarnos a calmar la pobreza, y a darle a los niños el  cariño que ellos necesitan. Así mismo, llegaríamos a entender que la educación del ego es más importante que todo lo demás.
El ego estaría limitado a las necesidades primarias del cuerpo, y el amor, a las necesidades primarias del alma. Así de simple.
Es urgente no dejar pasar el tiempo. Y pensemos que el ego también maneja las adicciones. En la Constitución de Colombia, está el artículo que habla del libre desarrollo de la personalidad, hecho a propósito para que los narcotraficantes pudieran desarrollar la dosis mínima, y ahora con la posible legalización de la marihuana, vamos a tener la urgencia  de educar al ego. Los animales irracionales no tienen  problema al respecto, pero los racionales, curiosamente, sí.
Lo máximo para un ser humano racional es el alcohol, la droga, fumar, para cegar la vida y destruir la familia, y además, visitar a las mujeres prepago (que tienen en su haber alrededor de 40 enfermedades sexuales para transmitir.) Pensamos que las adicciones son superiores a nuestra voluntad. Nos llevan a la muerte de la nariz, y creemos infantilmente que con leyes prohibitivas vamos a controlar lo incontrolable.
¿Por qué incontrolable? Porque el ego lo tenemos como dueño de nuestro hacer en la vida. El ego pide, y hay que darle todo, a pesar de que muchas de esas adicciones previenen sobre el mal que le dejan a la persona. Pero no, no hay tu tía, no se pueden controlar. El ego es superior a nuestra fuerza espiritual.
De manera que no nos quejemos. Vamos a estar en la olla, en ese pájaro que llaman tierra y que aún gira alrededor del sol. ¿Hasta cuando?  Bueno… procuremos que el ego no se entere al respecto, porque puede con eso justificar más su afición por las adicciones, dizque porque le dan más sabor a la vida, y claro, a la muerte.