jueves, 21 de abril de 2011

LECCIÓN DE CRISTO 21_4_2011


Discernimiento Espiritual
(Tema basado en el Taller del Padre Jorge Julio Mejía,(S.J.), Enero de 2001)
Discernir es distinguir una cosa de otra, señalando la diferencia que hay entre ambas. La cosa puede ser interna o externa. Si es externa, es fácil porque se ve. Si es una mosca, por ejemplo, frente a una pulga, logicamente notamos que son diferentes en todo sentido, sin mayor esfuerzo mental. En lo externo, naturalmente ayudan los sentidos del cuerpo.
En lo interno los sentimientos son otra cosa distinta. El sentimiento que nos trae una situación de relación entre seres humanos, o entre estos y su creencia interna en un Espíritu Creador, nos presenta la necesidad de estudiar la forma de discernir al respecto. Hay un punto importante para tener en cuenta en la relación humana: Discernir es distinguir, para poder formar un concepto claro al respecto del asunto, y en las relaciones humanas, lo primero que tenemos que distinguir es que “el alma humana es lo originario”, como lo expresa Miguel de Unamuno.
Significa que todo ser humano es distinto de otro. En el discernimiento espiritual, está claro, que no podemos pensar que un ser humano es igual a otro, en el sentido que tenga la misma huella digital, el mismo iris en el ojo, la misma manera de pensar, la misma experiencia, el mismo conocimiento, en fin, cada ser humano es una unidad única e irrepetible. Eso es lo que quiere decir Unamuno.
Veamos ahora con estas bases que el ser humano en su discernimiento espiritual pasa por tres etapas: la física, la emocional y la mental. La física es el cuerpo (los sentidos). La emocional son los sentimientos. La mental son los pensamientos. Y todo funciona como una unidad.
Hablando en lo cotidiano, pensemos que en este instante todos somos uno, individualmente, y que cada quién tiene un solo  cuerpo y una sola alma. Nuestra conciencia está allí como en un rectángulo, dentro del cual me muevo para discernir. Allí está todo lo que sé, todo lo que tengo bajo control. Cuando pequeños en nuestro hogar nos señalaron unos límites, que ayudaron a formar los límites iniciales del rectángulo. 
El propósito para discernir mejor, es poder salir de ese rectángulo, para tratar de ganar la totalidad del conocimiento humano y divino, y lo podemos hacer a través del Za-zen, (meditación Zen sentado), que nos permite dominar nuestro ego, y salirnos de la cotidianidad, y de las limitaciones de nuestra mente personal. La idea de eliminar a nuestro ego, obedece a eso.
Es decir, no se necesita saber nada más que saber que tenemos la conciencia dentro de ese rectángulo, donde está el sagrado derecho de vivir, por el que hemos recibido unas virtudes naturales que nos permiten acercanos al Espíritu Creador, hablar con Él y preguntarle cómo estamos discerniendo nuestros problemas. Obedece este derecho a que por el libre albedrío podemos voluntariamente acercarnos al que nos dio la vida, para discernir sobre los sentimientos negativos y los sentimientos positivos que embargan la vida cotidiana, cada día. Y claro, ordenarlos en la dirección correcta. Pero también podemos decirle a Dios, que somos ateos, gracias a Él, por el libre albedrio que nos dio.
Siempre tengamos presente que nuestra animalidad (recordar que somos animales racionales), nos lleva a estar metidos en el mundo. Y nos apegamos a ello como si fuera lo único que nos moviera, olvidando que nuestro ser está conectado  con la divinidad, y ella no está en este mundo. El discernimiento nos lleva a construir con Dios la única verdad: el amor divino. Para lo cual hay aue hacer con Dios el camino, entrar con Él al cosmos, abrir la puerta del rectángulo, para meter la mente donde todo es infinito. Somos una sola cosa con Dios. Estamos en nuestro interior, aquel sitio a donde llegamos a través de la meditación ZEN, que está definida como un proceso para hacer bien la meditación.
Es simple: Tener un sitio habitual para meditar. Estarnos quietos. Cerrar los ojos. Respirar profundamente para llevar óxigeno a la mente. Y dirigir la mente al encuentro con Dios. Hablarle, y también esperar a que Él nos hable. Es un proceso tan simple, que las personas lo encuentran difícil. Pero no lo es cuando se vuelve habitual. Amén. 

domingo, 17 de abril de 2011

LECCIÓN DE CRISTO 14_4_2011


Pasión y resurreción del Señor
San Mateo capítulo 26, 27 y 28 hablan de la Pasión y la Resurrección de Jesús. Leerlos, como si se tratara de la primera vez que lo hacemos. (Borrar el disco duro al respecto). La entrada a Jerusalén, en el capítulo 21, 1_11, Mateo relaciona los hechos con el Antiguo Testamento: “Decid a la hija de Sión, he aquí que tu Rey viene a ti, manso y montado en un asno y un pollino, hijo de animal de yugo.” Y no sólo es una referencia al cumplimiento de la profecía, sino a la humildad. Resalta el carácter pacífico y humilde de su reino. El Mesías humilde, es todo lo contrario de lo que esperaban los judíos.
Hay que pensar que el que escribió sobre la vida de Jesús, no fue Jesús, sino que lo hace alguien como Mateo, que recibió el conocimiento de los que tuvieron la experiencia. Con la experiecia formamos la tradición, entendida esta como lo que se recibe de persona a persona, desde la que vivió personalmente los hechos, hasta el que describe el hecho.
Y como Mateo hace referencias a las profecías del AT, debemos pensar: ¿Y qué son las profecías? Son relatoras de un hecho que se cumplirá en el futuro. Jesús también evoca estas profecías. Siempre tenemos que ubicarnos en el contexto, en el tiempo en que se pronunciaron. Como vemos, Jesús no era importante para los judíos, hasta tanto que lo crucificaron. La Viigen María, tampoco figuraba, como lo miramos hoy, como “La Virgen Santísima”. Leyendo a Isaías: “He aquí que una doncella está encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel.“ Nadie puede pretender que Isaías hable de la Santísima Virgen, hace miles de años atrás. Incluso, Isaías no hablaba de la Virgen, sino de la doncella de su profecía simplemente…
Emmanuel es una transliteración griega del hebreo Immanuel,  que significa “Dios con nosotros”, utilizada por Mateo en 1,23: “Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta: Ved que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel. El Nuevo Testamento lo que hace es hacer una mirada retrospectiva, para decir: eso que se anunció allá (AT), se verificó aquí (NT).
 Cita el padre en la Lectio, que hay personas que solamente van a la iglesia en Semana Santa, por montones, y creen que con eso cumplieron. Sucede como lo decía un padre confesor, que la persona se confiesa, sale de la iglesia, pasa la calle, y sigue en lo mismo. A Jesús lo vivimos cada segundo de nuestra vida. Y otra cosa, la cuestión es con uno mismo. El problema no es con los demás. No está afuera. Está dentro, en uno mismo el problema. Siempre y no por raticos. Vivir la Semana Santa es vivir con Dios.
La mejor enseñanza que recibimos de la cultura Oriental, de Asia Oriental, es el proceso del Zen, que nos ayuda a llegar a nuestro interior por medio de la meditación ZEN. El problema se reduce a centrar la mente en nuestra Semana Santa 2011, que para los orientales consiste, en darnos cuenta de que nuestro subconsciente es más fuerte que nuestro consciente. Por eso dominarlo es difícil. Y desde luego, es imposible dejarlo de lado. En un taller que estuve con el Padre “J” (Jorge Julio Mejía, jesuita), nos decía que esta dificultad la podemos dominar con un propósito muy simple: Tener un sitio tranquilo en silencio. Estarnos quietos en él. Cerrar los ojos. Respirar profundamente diez veces. Y finalmente, dirigirnos al centro de nuestra mente donde está Jesús. Solamente estamos ahí: Él y yo. No más. Hay que tener un cronómetro en la mano, para que la meditación dure exactamente: 10 minutos. ¿Y qué son 10 minutos en nuestra vida diaria? ¡Nada! Para mí son los más importantes, porque sé si mis sentimientos negativos y positivos están organizados, en tal forma que los negativos sean eliminados por los positivos, según nos ordene Jesús. Jesús es amor, y Dios es amor que es la base de nuestro comportamiento.
El taller del padre “J” se llama: Discernimiento Espiritual, fundado en esta meditación ZEN. Nos reunimos un grupo de unas 25 personas en el Jardín Botánico de Bogotá. En una caseta aislada, rodeada de bosque y matas. Nos sentamos en el suelo, en un zafú[1] (cojín redondo y fuerte); cerramos los ojos, luego de que él tocó una campanilla. Y en un silencio profundo transcurrieron los 10 minutos. El subconsciente es muy difícil de dominar, porque el ser humano está dominado por él. Es cuando le decimos que no vamos a comer más, o que no vamos a fumar, o que no vamos a comer más dulces, etc., que se manifiesta, y el consciente muchas veces es derrotado. ¿Cuánta gente hay que dice que quiere dejar de fumar y no puede, porque el subsconciente no deja? Cuando yo fumaba, hace unos 40 años atrás, me sorprendía cuando notaba que había prendido dos cigarrillos en el cenicero. Un conductor de taxi me revelaba que vivía muy aburrido con el consciente. Claro, me decía, como el subconsciente es el que maneja 10 o más horas, el consciente permanece sin uso. Solamente cuando sube alguien que le converse. De resto, el consciente hace años que dejó de ordenar al subconsciente: “Ponga primera para arrancar… etc.” Mi consejo es meditar esos 10 minutos diariamente, para el manejo del subconsciente. Hay que saber que este maneja los odios, la agresividad, la envidia, la lujuria, etc., y se los presenta al consciente de una manera desprevenida, para tratar de dominarlo. Cuando nos encontremos con un súper ego, podemos ver entonces a un ser humano manejado por el subconsciente. ¡Qué Dios nos libre! (Hay millones de este género de seres humanos que figuran en la prensa, en los estrados judiciales, en la corrupción política y administrativa.)


[1] Un zafu (座蒲 en japonés o en chino) es un cojín redondo, de unos 35 cm de diámetro, y frecuentemente de unos 20 cm de altura.

domingo, 10 de abril de 2011

LECCIÓN DE CRISTO 7_4_2011


Canto primero del siervo del Señor
Estudiamos a Isaías (700 años antes de Cristo). Hay 3 Isaías. En resumen, al primero le interesaron dos crisis políticas importantes. Al segundo Isaías el exilio del pueblo de Judá en Babilonia., y el tercer Isaías era en tiempos cuando amenazaba la invasión de los asirios.
Isaías aparece en AT en los Libros Proféticos. Pero un  profeta es diferente a lo que se piensa en el común. No es el que lee el Tarot o lee la carta astral. Es un vidente que vive en comunidad, dentro de un contexto que le permite ver más allá del común. A veces él dice una profecía positiva o negativa. A veces le creen y en otras no. Opera como un medio de Yahvé para transmitir un mensaje a su pueblo. El profeta vive conectado con Dios.
Isaías no está pensando en Jesús o María, como suele ocurrir cuando uno lee sus profecías. Profeta es el que tiene todo tan claro, que es el oráculo del Señor. Estoy con Dios, es lo que lo hace profeta..
Ajaz rey de Judá (735-715 a.C), fue un rey malo, porque no hizo la voluntad de Dios. Isaías lo apoyó, pero Ajaz no quiso plegarse a la potencia dominante: los asirios. Inclusive se convirtió en pagano. Ezequiel, en cambio, fue sacerdote y un rey maravilloso, dada las dificultades de los judíos con el dominio babilónico.
Los profetas aparecían en los momentos difíciles, para recordadr el amor a Dios, que han olvidado. Hablan de salvación. Vuelven al camino del Señor. Y esto ocurre, porque Israel busca otros dioses… La infidelidad es algo que marca el común y lo que pone en peligro las creencias cristianas…
David fue uno de los mejores reyes; era experto en juzgar y arreglaba los conflictos, atendiendo los casos al final de los poblados. Pero tenía problemas con los profetas. Y esto es entendible, porque ellos no siempre hablan para complacer al rey o al pueblo, sino para hacer ve el mal. El profeta les previene por el mal que hacen. Él no tiene visiones sobre el futuro, sino que por experiencia y por inspiración de Yahvé los previene sobre lo que traerá el mal que hacen. El profeta habla antes de Cristo, y habla a la gente de su tiempo.
Isaias en su primera intervención en el capítulo 7, 10 al 14, (ver), le da el segundo aviso al rey Ajaz y da también la señal de Emmanuel, profetizando la venida del Mesías. Jesús es el nuevo Moisés, el nuevo Ezequias. El AT no es una continuación histórica del NT. Porque el NT se mira cristológicamente y eso lo hace diferente. Jesús rompió el molde…que un crucificado salve el mundo, nadie hubiera creído. Para los judíos un crucificado es un delincuente. Para nosotros el Hijo de Dios, que se entregó, se dio por nosotros. Ese darse estaba por encima de todo lo que pasara, la maldad de los romanos de pilatos y los sumos sacerdotes judíos.
Dios actúa siendo el mismo siempre, lo que pasa es que para el mundo el tiempo cambia, los contextos cambian, la gente cambia, los días cambian cada día. Que un profeta diga: de Belén va a nacer la luz, (700 años antes de que esto ocurra), es un anticipo, para que el pueblo siga esperando al Mesías…
Al mesías o al ungido. Estar ungido es acoger la voluntad de Dios. Jesús es el tope. El ungido, es el mesías, el profeta anuncia así  la voluntad de Dios.  Isaías aconsejó a cuatro reyes de Judá, entre el 740 y el 701 antes de Cristo.
En los cánticos 42,1-9, (Canto primero del Siervo de Yahvé), (ver), Isaías habla de un ungido, mi elegido, en quién se complace mi alma… No sabemos quien es el referido, sino hasta después. Podía ser cualquiera en su tiempo, (lo decía Isaías hace 2700 años). Fue muchos siglos después que encontramos a Jesús. Mateo ya conoce el AT, para explicar a Jesús en su tiempo, y para ello  hace el recorrido del texto de Isaías.
En el Capítulo 4 de Lucas, hace lo propio, cuando luego de las tentaciones en el desierto, Jesús le dice al diablo: “No tentarás al Señor tu Dios.”
Hoy ya se ha cumplido el gran libreto de la salvación de Jesús. Es entender en positivo las profecías. Cuando se pueden constatar las profecías, sabiendo, como sabemos, que sólo el futuro las comprobará.
Jesús fue a terminar como el resucitado, eso no lo creen los judíos. Este no puede ser… La cruz para ellos fue la derrota de Jesús. Hay que empezar a leer desde el acontecimiento de la Cruz, y cuando llegamos a la resurrección, se empieza a entender lo que pasó… Descubren poco a poco que todo en el AT, tiene que descubrirse en el NT; y lo descubren en el estudio de la palabra. Y es cuando tiene lógica la profecía.
Para un judío el fundamento de todo es la ley… Ahora, La pascua judía y la Pascua de Jesús son diferentes. La primera espera al Mesías, y la otra ya lo tiene. ¡Estamos salvados! No todo es la cruz, ojo. Conectada con la resurrección es que vale. Es ver que se ha cumplido la voluntad de Dios ¿Quién lo entiende mejor? Los cristianos viven como Jesús, dan fe, y hay una acción tranformadora de Dios en los cristianos.
Pablo buscaba la santidad, era su propósito. Y no lo encontraba como fariseo. Es cuando ve que la comunidad cristiana se va pareciendo a Jesús, es cuando él entiende la verdad, cuando descubre la luz. La santidad es entonces para Pablo, la misma experiencia de fe… Ahí, aparece el sentido que confirma el AT con el NT.
(Ver) En Isaías 42, leemos: “He aquí a mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quién se complace mi alma…” Este siervo se pasa de judío, a ser universal, pasa a ser la ley, la luz de las naciones, la luz del mundo, la palabra de Dios…”En el principio existía la palabra y la palabra estaba junto a Dios, y la palabra era Dios.” San Juan, 1,1.
En el siguiente cántico 49,1-6, Isaías habla del regreso de los que estaban fuera de su país…(ver) 50,4-11 Tercer canto del siervo… Habla del maltrato que recibe el siervo. Se acuerda uno de la cruz asumida con la voluntad de Dios. Él se encarno para divinizar nuestra condición humana. Ese es el misterior de la cruz.
52,13:  Cuarto canto del Siervo. “…Pues tan desfigurado tenía el aspecto que no parecía hombre…” No es una anticipación de la crucifixión, aunque es una semejanza. ¿Cómo me sanan las yagas del crucificado? Acojamos el modelo de vida, de entender la relación con Dios y con los demás. Querer morir con Él para recorrer el mismo camino.
¿Por qué yo sufro? Por que soy pecador, pero Jesús no fue pecador. Y sin embargo sufre, no como yo por mis pecados, sino que sufre por mí. ¡OJO!. Yahvé no tenía hijos para los judíos. Jesús es una ruptura con los judíos… Hay pues una diferencia enorme con el cristiano.
 Los canticos del Siervo eran para los judíos  algo muy diferente a lo que interpretamos como cristianos. Jesús se hace chiquito para que el ser humano lo entienda. Supone una actitud de fe, que lo abra a uno para entenderlo. ¿Qué implica la salvación? Hombre, no partir solamente de que ya estamos salvados, sino que eso implica un compromiso de amor en el sentido de darse al otro hasta morir, tal como lo hizo Jesús.