sábado, 17 de diciembre de 2011

CUENTOS CORTOS # 28


La Basura

En esta Navidad le pido al Niño Jesús que cure a los bogotanos que tienen una idea errada sobre la basura. Porque a cualquiera le parecería de pésimo gusto, pensar en lo que responden un buen porcentaje de bogotanos, cuando botan un papel en la calle, diciendo que para eso ellos están pagando el servicio de aseo.
Lo pude comprobar en Usaquén, en la carrera 6, entre calles 117 y 116. Apenas dos cuadras. Y lo comprobé porque me regalaron una pinzas de un metro de largo, con la cual salí a mirar cómo era la cosa, con un talego grande. En esas dos cuadras recogí en papeles, colillas, balsas de plástico, etc., una cantidad inimaginable de basura.
Hablé con los porteros, celadores y obreros que me encontré en la vía, refiriéndoles el suceso. Ellos me contaron que las gentes decían eso, que la empresas de aseo recogían la basura, y se molestaban cuando se les advertía que esa no era una respuesta adecuada. Botar basura a la calle es de mala educación. Iniciaba la conversa haciéndoles ver que la Sabana de Bogotá, tiene un declive hacia el sur occidente, y que por eso encontramos el Salto de Tequendama en esa dirección, y les mostraba todo lo que recoge la lluvia en el gran talego que llevaba con la basura, y las pruebas de que son los barrios del sur occidente los que están más inundados, porque las alcantarillas están atascadas con esta basura de las gentes mal educadas.
Me miraban extrañados con el tema. Ni los periodistas, ni el Estado, ni casi nadie, tienen conciencia de eso. Ahora que las alcantarillas están atascadas, y que muchos de los barrios del sur occidente están inundados de agua, resistiendo el mal olor de las aguas negras, y el peligro de las infecciones en las gentes que viven allí, incluyendo, claro, a los niños especialmente.
¿Qué podamos hacer? La respuesta es: ¡nada! Entiendo que en los países desarrollados hay multa para quién tire la basura en la calle. Pues hay que corregir esa actitud indiferente, y sancionar ejemplarmente, a quién se le ocurra hacerlo.
La sensación que dejan estas cosas, no sólo es deprimente. Me parece que se sale de toda razón, sabiendo que no podemos tener una conducta en que no prime sobre todas las cosas, el respeto por el otro, el respeto por el aseo en las calles, la conciencia del daño que hacemos, como si fuera lo normal hacerlo, sabiendo que la calle es nuestra casa también.
Y me acordé entonces cuando viví en Sopó, un municipio que a mediados del siglo pasado, apenas comenzaba a conocerse como productor de quesos. Éramos pobres, pero no conocí a nadie pidiendo limosna. Nos saludábamos todos, porque nos conocíamos. Y lo que más me gustaba, era que los habitantes, con frecuencia barrían las calles, y el pueblo permanecía con un limpieza increíble.
El pueblo de Sopó, pobre, de esa época, le da una lección a los bogotanos desarrollados de estos tiempos. Desarrollados en lo material, y torpes en algunas de sus maneras de ser: botar basura a la calle, para que la empresa de aseo la recoja, olvidando que antes que la empresa pase, la lluvia se la lleva para las alcantarillas, los caños, los desagües. ¡Qué horror!

martes, 13 de diciembre de 2011

LECCIÓN DE CRISTO 13_12_2011


ALGUNAS PALABRAS DE JESÚS

En esta navidad reflexionemos sobre sus palabras

(Dejemos por un momento las luces de Navidad, la pólvora, la fiesta, etc., y en un rincón de nuestra casa, fuera del “ojo humano externo”, entremos en nuestro interior para pensar en estas 34 frases de Jesús.)

·             Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros.
·             El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero sea esclavo de todos.
·             Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.
·             No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
·             No necesitan médico los sanos. Sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores a que se conviertan.
·             El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
·             Cuando des limosna que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha.
·             Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es Dios a Dios.
·             No todo el que me dice Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
·             Mi casa se llamará casa de oración para todos los pueblos. Vosotros en cambio la habéis convertido en cueva de bandidos.
·             Yo soy la luz del mundo, el que me sigue tendrá la luz de la vida.
·             El Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.
·             Bendito seas, Padre, Señor del cielo y la tierra, porque has revelado los secretos del reino a la gente sencilla.
·             Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados; dad, y se os dará: en vosotros verteré una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. Y recordad que con la medida que uséis, la usarán con vosotros.
·             El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
·             ¿No debías tú tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?
·             Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra.
·             (Jesús a la samaritana): Si conocieras el don de Dios y a quién es el que  pides de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.
·             (El hijo pródigo): Me pondré en camino a donde está mi padre, y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.” (Y el Padre lo perdona, no le reclama por su pasado, y hace fiesta.)
·             (Dice María):”Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según su palabra.”
·             …el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.
·             Yo soy la luz del mundo –dice el Señor- el que me sigue tendrá la luz de la vida.
·             El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
·             Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
·             Porque todo el que se enaltece será humillado,  y el que se humilla será enaltecido.
·             Yo soy la luz del mundo, el que me sigue tendrá la luz de la vida.
·             No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
·             Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único; todos los que creen en Él tienen vida eterna. 
·             Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí no morirá para siempre.
·             No quiero la muerte del malvado, sino que cambie de conducta y viva.
·             Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
·             Quitaos de encima vuestros delitos, y estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo.
·             Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, como yo os he amado.
·             (Jesús, muriendo en la Cruz): Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen.
 



viernes, 9 de diciembre de 2011

LECCIÓN DE CRISTO 9_12_2011


EL SUFRIMIENTO

Con el padecimiento a que nos tiene sometidos en Colombia el invierno, pensé en buscar una explicación, que nos permita vencer el sufrimiento, o mejor en transformarlo en un motivo para pensar en cómo podemos estar bien, aceptarlo y vencerlo. Saber qué motiva a la ley natural para hacernos sufrir, puede llevarnos a reflexionar sobre lo que tenemos de malo en nuestro interior, que nos pueda fortalecer contra el dolor en general, en base a que hagamos el bien y corrijamos el error.
Y llegué a esto, porque es muy sencillo dar gracias cuando recibimos un bien. Un verano o una primavera por ejemplo. Pero resulta cuesta arriba, o incluso impensable, dar gracias por el sufrimiento de este invierno. Exploremos la radical idea de que el sufrimiento sirve para más de un propósito positivo en nuestras vidas. Según el diccionario, el sufrimiento es agonía, aflicción, dolor intenso o pena. En cambio según la Biblia es la motivación para quitar la vista de las cosas temporales para poder ver las realidades eternas en nuestro interior, (Fil. 3:8).
Filipenses nos habla del verdadero camino de la salvación cristiana, exactamente. San Pablo dice sobre su amor a Jesús: “…por quién perdí todas las cosas…”, y lo dice para ganar por encima de las cosas materiales, la felicidad espiritual y el amor puro que le inspiraba Jesús. 
Por eso por más crudo que sea el invierno, y con el agua en el pescuezo, podemos tener la fuerza para salir adelante, e incluso sonreír. Lo importante es conservar el espíritu. Aquello que puede trascender y darnos fuerza para vivir en el dolor.  Porque casi nunca pensamos que estamos volando en una pájaro que se llama Tierra, alrededor del Sol, y que no sólo la vida es un soplo, sino que ese mismo pájaro está pasando por el calentamiento global, (causa del invierno), y puede además ser alcanzado por explosiones solares, que según la NASA las hubo en febrero y junio del 2011, y las seguirá habiendo. Y es probable que sea cazado ese pájaro tan pequeño, que se llama Tierra, frente a los Big Bang del cosmos, que se suceden a diario en menor escala que el primero que formó nuestro actual sistema universal, y nos lleve a decir adiós a todo lo que vemos.
Pero tranquilos. Mateo nos trae la solución a nuestra pena. Dice que con el sufrimiento Dios atrae nuestra atención. De hecho no deberíamos esperar al sufrimiento para volver los ojos a Dios, pero seamos sinceros, cuando todo va bien, pocos somos capaces de entender que es Dios quien merece el mérito y no nuestras propias fuerzas y habilidades. Sólo cuando las cosas salen mal y las cargas de este mundo nos agobian, es que volvemos los ojos hacia el Creador. Jesús es un maestro bondadoso. Citado por Mateo es muy claro, (Mat.11,28-29): “Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.”
Sufrimiento como el que padeció Jesús en la cruz, creo que a cualquier ser humano le queda grande. Y además decir: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”, es inimaginable que salga una frase así en ese ser humano, apegado a lo material, y seguramente, quién jamás ha tenido la intención de llegar a su interior, para entender las palabras de Jesús. Ese ser que nos ha enseñado cómo vivir la vida, sometido a la felicidad, y claro, al sufrimiento.
Entonces, frente al invierno, no nos queda sino ser mansos y humildes de corazón, y empezar a trabajar por reconstruir cada día todo lo perdido en lo material. Y con el espíritu de Jesús, decir entones: ¡Adelante! Antes de que se termine el tiempo!



lunes, 5 de diciembre de 2011

CUENTOS CORTOS # 27


LA VIDA PASAJERA

Ayer asistí a mi propio funeral. Estaban todos mis parientes y mis amigos del ancianato.  Muchas personas mandaron flores para no ir, porque era festivo. El cajón era de color oscuro. Y me extrañé de ver al cura echándole agua bendita con la mano temblorosa. No sé, pero me pareció que estaba espantando al diablo.
Posé mis ojos sobre todos los presentes, y me admiré. Era la primera vez que era el centro de la fiesta. Siempre fui gris, y no despertaba ninguna mirada como ahora. Hasta oí comentarios que jamás había oído. Nunca imaginé que los conceptos sobre mí, fueran positivos, porque en un 90% todos eran ni fu ni fa.
Claro, a muy pocas personas yo les hacía falta, a muchas les daba la ceremonia lo mismo que nada. La mayoría cumplían el rito, como algún cura señaló a un confesante que se paró del confesionario después de decir sus pecados, pasó la calle, y siguió en lo mismo. Era parecido, no había en el interior más que lo mismo del devenir cotidiano, más de rutina que otra cosa. La generalidad, por eso pensaba que este que se fue, no dejó nada. ¡Qué cosa! Era pobre y vivía en un ancianato de caridad ¡Qué horror! ¡Nada y cero es lo mismo!
Después de que entraron el cajón al hueco, me pareció sorprendente que me estuvieran poniendo una señal, para poner la lápida con los datos. Habían escrito mi nombre con “h”, pero pensé que era necesario, para no perder el rastro  entre tantas tumbas. Me quedé solo en un momento. Sin embargo, al desaparecer todos los asistentes a la ceremonia, se vinieron los floristas del cementerio a recoger las flores para llevarlas a su negocio. ¡Que cosa! Siempre lo ajeno tiene un atractivo especial en nuestro medio.
Pasaron los años, y regresé. Mi memoria en los demás se había cambiado por otros tantos que habían desaparecido. Cuando hablaban de mi familia, el único recuerdo mío era el hijo número tal, y el año en que fueron desapareciendo todos nacidos a comienzos del Siglo XX. ¡Qué cosa! ¡No quedó nadie vivo!
Me dí un paseo por todos los sitios que frecuentaba, y todos habían cambiado algo. Ya no era lo mismo. Nuevos edificios y casas. Hasta los vehículos eran diferentes, cada año les habían hecho modificaciones sutiles para aumentar las ventas. Pasó la niña que salía a caminar con su mascota, hecha una beldad. Todo el personal donde me tomaba un tinto, estaba nuevo. Pienso que si volviera a vivir, nadie me reconocería.
Esto fue a los pocos años de irme. Creo que cuando se cumplan los 50 años de mi defunción, absolutamente nadie tendrá un recuerdo de mi. Es probable que ni siquiera un retrato mío entre mis conocidos. Y luego que fui de nuevo al cementerio, mi restos eran un poco de polvo, entre los que se distinguían mi huesos blancos, esparcidos entre la tierra. 
Me devolví cabizbajo por donde vine. En realidad tenía la sensación que no había pasado nada. Todo, absolutamente todo se desapareció de la memoria. Mi pregunta interior me sorprendió: ¿Qué hice? ¿Qué dejé? ¡Hummm! Nada…nada, ¡qué vaina!
Alguien me tocó el hombro, me volví y era el padre Rodríguez, el eudista de la parroquia, que había seguido mis pasos, luego de morir hacía un tiempo, como yo. “Su muerte es un gran alivio”, me dijo con una sonrisa. “Precisamente al verificar usted mismo, que la vida es pasajera, es un soplo que pasa, y pasa para todos los seres humanos.”  Le comenté que había sentido que mi vida fue igual a eso, una soplo, mejor dicho nada. Me dijo que depende: “Si has vivido siempre afuera de ti, fuiste como un mosco, y no más. Te mueres y regresas a la tierra, y ya. Pero si has entrado en tu interior la cosa cambia. Entonces eres espíritu, y por ello, trasciendes a una nueva vida. Sin espacio, sin tiempo. Sin las limitaciones humanas.” Padre… le dije admirado. ¡Usted me salvó la vida!

sábado, 3 de diciembre de 2011

CUENTOS CORTOS # 26


LAS PROFECÍAS DEL FIN

No siempre un cuento es para echar un cuento. A veces sirve como experiencia no más. Para ver en el interior lo que puede ser trágico, doloroso, lo final, lo que se acaba para siempre. Y parece que nos deja fríos, sin esperanza, cuando nos hablan de los pastorcitos de Fátima, y del secreto que no quisieron revelar para no angustiarnos con el fin del mundo. Miramos a la Virgen de Fátima, y parece que le decimos esto: ¡Cómo nos haces esto, Virgen Santísima!
Pensamos que es algo terrible, pero el cuento no puede ser tan siniestro. Si miramos el mundo como está hoy, hay cosas muy negativas, pero no todo está mal. Sabemos que hay gente que tiene fe. Y en esas gentes están las personas que comprenden que lo doloroso, lo trágico, viene por culpa nuestra, y que sólo nosotros podemos arreglarlo. Uniéndonos. Hablando todos el mismo idioma. ¡Cosa difícil! Pero no imposible. Cuando creemos que la ley natural nos envuelve a todos. Y cuando vemos que somos nosotros los que estamos destruyendo el mundo.
Y singularmente el hombre cuando sufre, deja de ser estúpido y piensa: estamos en un pájaro, que llaman tierra, y que vuela gratis alrededor del sol. Y que todo es pasajero. Impermanente. Corruptible. Todo lo que vemos con el tiempo cambia o desaparece. La vida nos deja viviendo un chispero, cuando nos damos cuenta, que el presente, el ahora, es lo que tenemos para superar el sufrimiento. Por eso el sufrimiento es positivo, porque nos llama al cambio, a poner los pies en la verdad.
Estudiamos lo que dice la NASA, las profecías Mayas, y lo que dijeron los pastorcitos de Fátima, y no ocurre gran cosa en nuestra alma. O se nos vuelve un embrollo de los diablos. No sabemos qué hacer, qué pensar… ¡claro!, porque todo lo que es simple y sencillo, nos parece una pendejada. ¡Que sencillo parece mirar el interior! Sentarse en un sitio que esté fuera del ojo humano externo, para que con ese instrumento divino que llaman fe, lleguemos al interior, para ver cómo estamos…
En esta Navidad del 2011 deberíamos hacer esta experiencia, como algo no solamente práctico, sino infinitamente necesario, cuando celebramos el nacimiento del Niños Dios. Es cierto, con esto nos llega lo positivo. Descansamos porque no es cuestión que tenga que ver con nuestra voluntad de terrícolas, sino de la voluntad de Dios, el único que puede cambiar el sufrimiento terreno por el triunfo de la verdad, en el amor a Dios, en la conciencia del amor puro, que genera su misericordia infinita, cuando sabemos que somos sus hijos, que nos ama y nos lleva para siempre en su corazón. 

jueves, 24 de noviembre de 2011

CUENTOS CORTOS # 25


LA VIDA

¿Quién es capaz de definir qué es la vida?, dijo Petrov, escondido detrás de una gran bocanada de cigarrillo. El grupo se pasó una mirada inquisitoria sin respuesta. La universidad tiene momentos que se viven con una intensidad peculiar. Me refiero a la formación de los grupos de estudio que se inician en la clase, pero que acaban de formarse en la cafetería. Allí, tomando tinto, surge el conocimien­to propio de cada uno de sus integran­tes, y cada cual se destapa o se esconde tras la costra que le permite conservar la inti­midad.
A mi me apodaban Cascajo, porque era un poco duro y poco sociable. En clase de derecho el profe me llamó la atención sobre el cuerpo del delito, y de allí salió una gran controversia, porque él se sonrió con lo que le dije en secreto, y todo el grupo quedó intrigado. Nada se supo. Y mi salida fue hablar de epistemología para confundirlos. Porque la epistemología, como teoría del conocimiento, se ocupa de problemas tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas del conocimiento y los criterios por los cuales se le justifica o invalida, y esto era una trampa para ocultar ese conocimiento, del que hablamos con el profe, y la razón de su risa.
La epistemología, por ejemplo, puede utilizar métodos y fundamen­tos que tienen que ver más con el corazón que con la cabeza, y en casos extremos, con la Virgen Santí­sima, ¡imagínense!. La mayoría inmensa coincide en hacer una poesía, para explicar la vida. Esa misma pregunta de Petrov, dicha en Alemania, no sabría explicar si se haría o no se haría; si se respondería o no. A lo mejor sería absuelta con una respuesta evidente, obvia. Naturalmente que aquí, imposible quedarse callado, esgrimiendo más imaginación que razón. La tertulia de las diez a.m., después de iniciar clase a las siete de la mañana, era la más agitada. El hecho de haber estado sentados rígidamente en un pupi­tre duro, durante horas, nos hacía estirar los miembros, frotarnos las manos y toda clase de movimientos de calenta­miento de los músculos entumidos y enca­lambrados por el frío y la quie­tud. A Petrov lo teníamos para hacer las preguntas, por su condición de inquisi­dor. Sus ojos negros eran los precisos para mirar, claro, inquisitivamente. Utilizaba un sobretodo gris, que era una  especie de cama ambulante, con una bu­fanda enrollada al pescuezo. Sus padres polacos habían llegado en la década de los cuarenta, con la Segunda Guerra Mundial, vendiendo telas, puerta a puerta. Tenía una singular palidez, que causaba en la primera impresión el susto de estar frente a un anémico.
Yo, era la patada como miembro del grupo. Tenía un mutismo tenaz, con tendencia a la antipatía, y a la actitud autosufi­ciente. No tenía jamás un apunte intere­sante. Cara amorfa, sin gestos; mirada perdida; labios en "u" boca abajo. Me llamaban también Savonarola por mi oratoria estúpida y cínica. Pero la verdad, la sorpresa que causaba ella, era más producto de mis estrategias de permanecer callado todo el año y sólo hablar una o dos veces. ¡Miércoles, este habló!, decían.
Pedro en cambio resaltaba por ser el hombre comunicativo, audaz, simpático e interesante. Una de sus metas con el grupo era jugarse el todo por el todo, siempre que el resultado fuera construc­tivo, pues no resistía el pesimismo. 
Pedro como siempre inició su cháchara que al comienzo por lo impro­visada, adolecía casi siempre de carác­ter acadé­mico. Era siempre como un disparo de tanteo. Antes de responder a Petrov, dijo: Se me ha ocurrido que podríamos comparar la vida vegetal y la animal.  Por ejemplo: los árboles dan fruto. No todo el reino vegetal da frutos. Y hablo de fruto, porque considero que es una muestra del árbol como ser vivo, un elemento que nos per­mita llegar a saber para qué es la vida, por medio del fruto. Pedro hizo un extenso análisis de ambos reinos. Las tres mesas que el grupo unía para contenerlos a todos, miraban hacia  Pedro con un interés diverso. Se oían toda clase de comenta­rios en pro y en contra de uno u otro reino. Hasta llegar a la hilaridad. Qué tipo de árbol podría compararse con Petrov. ¿Un eucalipto, un ciprés, un samán? Habría que ir a la biblioteca, para saber las característi­cas botánicas de cada cual, pero antes una buena risa envolvía las opiniones, más locas que cuerdas.
A mi, por ser Cascajo, me ubicaron en el reino mine­ral. Eres una gran piedra. Eres una roca en la playa. Una piedrita de un río. Una laja para una fosa. Eres cascajo puro. Naturalmente a todos los miré por encima del hombro, y lo más que consiguieron fué desfruncirme el ceño y en los casos extremos, hacerme sonreír. En todo caso, el consenso fue sobre la característica del mutismo de las pie­dras y la distancia que mantienen entre si, lo que les impide todo carácter social, con excepción del conocido uso que hacen de ella los estudiantes de la Universidad Nacional, cuando las vuelven socialistas impenitentes.
Petrov habló para decir que la cosa hasta ahora era lamentable: "Parecen niños de colegio ustedes". Hizo una alusión al carácter moderno que tiene el concepto vida. Antiguamente se confundía el signi­ficado de ser con el de existen­cia. Kierkegaard habla por eso del "existente humano", para encontrar que el ser que conforma ese "existente humano", está conectado con la subjeti­vidad de ese ser. ¿Me explico? Las tres mesas quedaron en silen­cio. Se acabó el humor y entraron todos como en un suspenso tenso. Nos hizo ver  que la comparación entre los tres reinos era válida, menos en cuanto al reino animal racional, es decir, el de los humanos, por tener estos, subjetividad. Luego se dirigió a Pedro, que era el más poeta del grupo para que opinara al respecto. Pedro, que había estado tomando notas en todo este tiempo, respondió: La vida se parece al maullido de un gato en una tapia sin sol. La vida aspira frío y exhala vapor, pero logra superarse cuando es niebla suspendida. Es el humo azul de un cigarrillo pálido y consumi­do. Y cuando se le cae el techo y esta sin zaquizamí, evoca un escenario y un paya­so. La vida es una bomba atómica en bicicleta. La vida se tras­torna y deja de ser vida, cuando los manzanillos se paran y votan. Casi nadie comprende que la vida nunca se pone botas militares; es, en cambio, eternamente des­calza, vestida de trapos o de gris, como los burros.
Una gritería ininteligible acompañó el final de la exposición de Pedro. Los conceptos mayoritarios se enfocaban a que no había que confundir poesía con filoso­fía. Pero fué Petrov nuevamente, terminó haciendo un análisis breve de la exposi­ción de Pedro, y conociendo de antemano las posibilidades racionales del grupo, dijo: Lo que ha dicho Pedro, corresponde a algo muy importante y muy cierto que le ocurre al hombre, desde tiempo inme­moriales, conocidos desde la Grecia Clásica. Pues por medio de la lírica griega el hombre expresa los sentimientos personales e íntimos del autor. Es decir, en otros términos, expresa su subjetivismo. El estar vivo, se conectaba con el subjetivismo para producir ese fenómeno que llamamos existencia. Es la unión de lo objetivo con el ser, y con  lo subjetivo, para hacer la existen­cia del alma. 
¿Entonces? preguntaron las tres mesas al tiempo. Sí, dijo Petrov, es cierto, los conceptos subjetivos de Pedro son cier­tos. Que no correspondan con la realidad; que la vida no sea el humo azul de un cigarri­llo, pálido y consumido, es otra cues­tión. Lo evidente, es que Pedro siente que su vida es así, y eso quiere decir, que es cierta la expresión como manifestación de la exis­tencia de Pedro. No es más.
Alguien refiriéndose a mí, dijo: Cascajo, tenía que salirse con sus burradas. Dizque ha dicho que la vida son los tintos que nos trajo la mesera. ¿Dizque la vida, unos tintos? ¡Que bergajo tan estúpido! Nada de eso, dijo Pedro, tomán­dome del hombro, la vida es el maullido de un gato, en una tapia sin sol.
  No  estoy de acuerdo con eso, Pedro, le respondí. Y me acordé de un verso. Era de la Gruta simbólica que se formó a finales del siglo XIX, y recoge lo mejor del ingenio bogotano. La vida, entonces, es mucho mejor como la sentían antes, y para el caso tomé estos versos de Soto Borda, para explicarlo, haciéndoles ver que lo pusieron preso por un romance, a propósito de nuestra clase de penal que vamos a tener ahora, y donde es imposible que la vida la miremos con amor, a no ser que lo hagamos como lo dice este poeta:
 Amor, por ti estoy preso
¡Como un caco en la Central!
Fue un pecado original
Que principió con un beso…
Ruede la bola, el proceso
Seguirá hasta lo infinito;
Pero no … no estoy contrito,
Porque, alegre en este coso,
¡Sólo pienso en lo sabroso!
¡Que es el cuerpo del delito!
Al entrar a clase el profe nos tenía entre otras cosas, unas palabras en el tablero: El cuerpo del delito. Petrov dio en el clavo, diciendo que ahora sabíamos todos, por qué la risa del profe con el cuento de Cascajo. La risa terminó en Bavia, al revelarse que el famoso cuerpo del delito es nada menos que la vida… Aquella a la que aludió Petrov y Pedro convirtió en el humo azul de un cigarrillo y Cascajo en el amor. 

lunes, 21 de noviembre de 2011

LA VIOLENCIA 105


La legalización de la droga

Aunque Al Capone nació en Brooklyn, Nueva York, su vida es muy semejante a la de los narcos actuales MEXICANOS Y COLOMBIANOS. Asesinó a mucha gente para consolidar su poder, y luego de deshacerse de sus rivales más peligrosos, Al Capone siguió enriqueciéndose gracias al tráfico ilegal de bebidas alcohólicas ocasionado por la Ley Seca. Se calcula que en 1927 la fortuna de Al Capone ascendía a millones de dólares. Aunque siempre hacía sus negocios con mafiosos, no en la selva como en Colombia, sino en las ciudades, no había registros que lo relacionasen con sus ganancias, y por eso las nuevas leyes promulgadas en 1927, permitieron al gobierno federal perseguir a Al Capone por evasión de impuestos, para encarcelarlo al fin. El proceso y acusación contra él ocurrió en 1931. Al Capone fue encontrado culpable, el 17 de octubre, en cinco de los 23 cargos y sentenciado a 11 años en una prisión federal. En un principio fue enviado a una prisión de Atlanta en 1932. Sin embargo, el gánster aún era capaz de controlar la mayoría de sus negocios desde este centro, (como ocurre ahora con los narcos en Colombia), se ordenó su traslado a la prisión de la isla de Alcatraz en agosto de 1934. (Recordemos “La Catedral” como se llamó la prisión que construyó para él, Pablo Escobar para hacer lo mismo). Al Capone era vigilado estrictamente y tenía prohibido cualquier contacto con el exterior. Al revocarse la ley seca, (mucho ojo aquí), y con su líder bajo confinamiento, el imperio de Al Capone pronto comenzó a debilitarse. (¿Ocurriría los mismo con la legalización de la droga?)

A mediados de los años 1930, estando en Alcatraz, era una de las personas más famosas que integraron la cárcel, con un cuerpo privilegiado y conocedor de técnicas de lucha, ya que había sido luchador callejero en sus inicios. Al Capone, ya de mayor edad comenzó a mostrar signos de demencia, probablemente a causa de una sífilis sin tratar, que le contagió una prostituta siendo joven. Pasó gran parte de sus últimos años de reclusión en el hospital de la prisión y finalmente fue liberado el 16 de noviembre de 1939. Estaba arruinado, físicamente débil y con la mente deteriorada. Se retiró a su propiedad en Miami Beach, Florida, donde se recluyó del mundo exterior. El 21 de enero de 1947, Al Capone sufrió un derrame cerebral, y murió cuatro días después de neumonía.

Uno se pregunta mirando la vida de este personaje, por qué el hombre, la sociedad, el mundo en general, sigue repitiendo la misma tragedia que concluye siempre en los mismos delitos que Al Capone hacía, y la misma lucha ilegal como ocurre actualmente con el narcotráfico. ¿Quiere decir esto que llegaremos a legalizar la droga? Es difícil pensarlo. Se le daña el negocio a mucha gente importante. Y los  sepulcros blanqueados van a decir que hay que proteger a los adictos con la prohibición del negocio. Y es especialmente difícil que el mundo cambie la manera de mirar a los adictos. Se piensa que la legalización haría un incremento de estos, pero no se ha llegado a comprender que es más importante hacer un programa de divulgación sobre el problema de la droga, en el sentido de que acaba con las neuronas del adicto, quién pasa de la adicción a la enfermedad. Que también acaba con sus familias, y perjudica especialmente a sus hijos menores. Que produce en otros países, (como México y Colombia), el mantenimiento de la guerrilla, los grupos subversivos y el narcotráfico. La carga que cae sobre los dirigentes del mundo al respecto, es grande, porque aunque todos saben que con la prohibición nunca van a acabar con el problema, prima en la mente el dinero que produce la droga por una lado, y la falsa creencia de que la prohibición terminará con el problema como pasó con el alcohol. La gente sensata sabe, que por el contrario la prohibición mundial de la droga mantiene el problema, o lo aumenta. ¿Será que las sociedades y los Estados del mundo seguirán en lo mismo? Sí, mientras haya ignorancia, miedo, falta de carácter y mediocridad, y sobre todo amor a los dólares, como si estos valieran más que la vida.   

sábado, 19 de noviembre de 2011

LA VIOLENCIA 104


EL TERRORISMO

Creo que los colombianos nos extrañamos al oír al señor Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, cuando dice: “Condeno en los más enérgicos términos estos actos de cobardía, (se refiere a lo ocurrido en Noruega en estos días de julio de 2011), para los que no hay ninguna justificación”. La extrañeza se funda frente a lo que hace el terrorismo en Colombia recientemente en Toribío y Corinto en Julio del 2011, actos que pasan desconocidos a los europeos en general.
Estos hechos en Noruega y en estos pequeños municipios de Colombia, tienen exactamente la misma gravedad e importancia, frente a la barbarie del terrorismo. Y es grave aún, cuando estos se representan en el continente, que piensa que el Eurocentrismo es la solución y ejemplo para el mundo.
Los europeos tienen que saber que el eurocentrismo hizo crisis en el siglo XIX en América del Sur, y en el siglo XX en África, porque no se han mirado a sí mismos frente a los guerras mundiales del siglo pasado, y menos aún, a los desastres que dejaron sus conquistas en América y África, en los siglos anteriores, basados todos en la violencia.
Ya es hora de que un acto de terrorismo en Colombia y en Europa tenga la misma condena ética y humana. El mundo está en crisis por eso. La violencia no resuelve nada. La violencia, más que el calentamiento global, está a punto de acabar con el mundo. Las profecías a puntan a eso…
Mientras tanto seguimos con el cuento de Descartes, de pienso cuando existo, cuando la verdad es que debió decir: PIENSO, LUEGO EXISTEN LOS DEMÁS.  
 

viernes, 18 de noviembre de 2011

LECCIÓN DE CRISTO 18_11_2011


DE LA CARNE AL ESPÍRITU

Filosóficamente, el ser humano es cuerpo y alma, pero a la luz de la Palabra de Dios el hombre es cuerpo, alma y espíritu (1 Tesalonicenses 5, 23).  Es importante que reconozcamos nuestra consistencia, para saber a qué respondemos y hacia donde debemos conducirnos.
El confundir estos roles, puede hacer que desviemos nuestra atención de lo primordial, que es nuestra vida espiritual.  Es importante y preciso conocer y experimentar esta división, para poder servir a Dios en el espíritu.
El cuerpo es la carne, el alma son las emociones, la mente y la voluntad, mientras que el espíritu es la consciencia, la intuición y la comunión con Dios.  Para los que no llevan una vida de fe, solo tienen en funcionamiento el cuerpo y el alma, y su espíritu esta adormecido, no obstante, para los creyentes, el espíritu es el principal motor que guía su vida.
Siempre habrá una disputa entre el alma (las emociones) y el espíritu (la conciencia de lo bueno y lo malo), para controlar nuestro cuerpo (la carne), es por eso que el Apóstol Pablo sentenciaba que trataba de hacer el bien y quedaba haciendo el mal: “…cuando quiero hacer el bien, el mal se me adelanta” (Romanos 7, 21)
La carne, se deja llevar por sus sentimientos y emociones, se deja conducir por su mente y su propia voluntad, que la lleva a la muerte; mientras que el espíritu propone vida plena y paz.
Pablo nos sigue diciendo: “Los proyectos de la carne están en contra de Dios, pues la carne no se somete a la ley de Dios, y ni siquiera puede someterse. Por eso los que viven según la carne no pueden agradar a Dios”. (Romanos 8, 7-8)
La carne siempre se rebela contra Dios, nunca está conforme, por más que tengamos, por más que nos esforcemos, siempre somos inconformes en la carne. El casado se quiere divorciar, el divorciado se quiere casar, el que trabaja se cansa de su labor, el que no trabaja, quisiera laborar.  Somos inconformes y contradictorios en la carne.
Los que estén bajo el dominio de la carne nunca podrán agradar a Dios, porque su alma, ó sea sus emociones y sentimientos siempre estarán confundidos, como insaciables; por eso es importante pasar de la carne al espíritu.
“Es fácil reconocer lo que proviene de la carne: libertad sexual, impurezas y desvergüenzas; culto de los ídolos y magia; odios, ira y violencias; celos, furores, ambiciones, divisiones, sectarismo y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho, y se lo repito: los que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás, generosidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí mismo…” (Gálatas 5, 19-23)
¿Podrías pasar de la carne al espíritu?  ¿Tu espiritualidad es la que domina tu vida, o es tu carne la que tiene el control?
Hoy el Señor, te pide que pases de la carne al espíritu, ¿podrás hacerlo?