martes, 28 de agosto de 2012

LECCIÓN DE CRISTO 23/8/2012

Vaticano Primero se diferencia del Vaticano Segundo, porque fue dogmático, y se ceñía a señalar anatemas. El Vaticano Segundo en cambio, luego de las dos guerras mundiales del Siglo XX, se abrió a los cambios, y dejó los anatemas. El anatema se configura por la acción y el efecto de excomulgar, todo  lo que estaba anatematizado conducía a eso.
El Vaticano Segundo fue una puesta al día, un aggionamiento. Puede esto significar ponerte al día con algo.  En lo moral: que te acomodes a los tiempos contemporáneos en algunas conductas. Tiene que ver con la capacidad de adaptación que se tiene que tener ante los cambios que ocurren en algún ámbito determinado.
La Iglesia en general, tiene una cantidad de líneas, y en el concilio se movieron para intentar llegar a acuerdos o formulaciones para su nuevo funcionamiento. Se conservaron unas líneas y se cambiaron otras. En resumen, fuera de la Iglesia hay salvación, pero la plenitud la encontramos en la Iglesia Católica. Antes del Vaticano Segundo, no era así. Funcionaba el anatema con la excomunión.
En esto, como en toda la Biblia, juega la revelación, para conocer como poder llegar a la plenitud. La revelación es una toma de conciencia. El centro de la Apocalipsis, por ejemplo, es la revelación de Jesucristo que se va revelando para que lo entiendan, o la revelación que Él da para estudiarla, analizarla. Se conoce esto como su palabra. Y los que creen en Él, dicen Jesús, yo te sigo y que se haga en mí tu palabra.  
El texto del Apocalipsis es cristológico, y lo que nos interesa es saber  que efectos tienen sus palabras en la historia, tanto lo que dice Él, como lo que dicen de Él. Dios se revela a sí mismo, sabiendo que Él está por fuera del tiempo y el espacio, limitación que tenemos  los seres humanos.
Por eso Jesús se encarnó y vivió con ese limitación, mientras estuvo vivo Lo que pasa es que Dios se reveló, a través de la palabra de Jesús. El verbo se hizo carne... significa que la palabra de Dios se hizo carne en Jesús.
Jesús es sacramento del padre, y la Iglesia es sacramento de Jesús. Sacramento es derivada de una palabra latina que significa juramento, y la aplicaban los romanos cuando se enrolaban en su ejercito. También los romanos la tomaron de una palabra griega que se traduce como misterio. De manera que también puede interpretarse como la imposibilidad para el ser humano de conocer directamente a Dios. Y eso fue lo que hizo Jesús con su reencarnación, como Hijo de Dios, y como mensajero para revelar el misterio.
Dichosos los que escuchemos el Ap, con fe en Jesús. Felices lo que vivamos entendiendo como testigos la revelación de Jesús. Un testigo es un mártir. Tal cual lo es Jesús. 
En el Apocalipsis encontramos cantidad de referencias a Jesús y a Dios.  Veamos algunas:  "Aquel que es, que era y que va a venir". "El testigo fiel". "El primogénito entre  los muertos". "El príncipe de los reyes de la tierra". "Yo soy el Alfa y el Omega". "El Todopoderoso". "El Hijo del hombre". "El Primero y el Último". "El Espíritu que dice a las Iglesias". "El Hijo de Dios". "El que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas". "El que tiene la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar. Si él cierra, nadie puede abrir". Estos son algunos de  los nombres que se encuentran en el primer capítulo del Apocalipsis:  Las Cartas a las Iglesias de Asia.

viernes, 24 de agosto de 2012

CUENTO RELIGIOSO

CUENTO RELIGIOSO
Estudiando el Apocalipsis en la parroquia, en lo referente al simbolismo y a la revelación que trae todo el tema, surgió la vivencia con la vida personal de cada quién, que demostró lo difícil que era por las limitaciones de tiempo y espacio, conocer a Dios y en particular a Jesús, pues su muerte demuestra la incomprensión con relación al simbolismo y especialmente con la revelación para el ser humano carente de fe, o bien dudoso, como casi todos omisos a meditar y entrar  en su interior a conocer la verdad. 
Pongo como ejemplo la época de 1940 del siglo pasado, cuando se vivía el sectarismo  proveniente de la guerra de los Mil Días, que concluyó en 1903, y siguió con el tal sectarismo extremo hasta la estupidez. El ser humano es bastante complejo. Por ejemplo, entonces, mis padres no iban a misa porque los curas eran godos y ellos liberales. Sus últimos años los vivieron en Sopó, entonces un pueblito en donde todo el mundo se conocía. Eran los únicos liberales, junto con el Diablo, el único campesino liberal. Cuando venían las elecciones, el partido conservador llegaba a la Casa Cural. El cura por el parlante instalado en el campanario de la iglesia, hablaba de los liberales comunistas, dignos del fuego del infierno, que eran devotos de la Virgen del Carmen, para aludir a mi madre, a quién todo el pueblo conocía, porque tenía en su cuarto una estatua de María de tamaño casi natural. Cuando llegaban las elecciones y llegaba el Diablo a hacerlo, lo invitaban a tomar cerveza y el Diablo votaba por Laureano Gómez.
El ejemplo es para mostrar como cambian los tiempos, pues de lo relatado ya no queda nada. Un 90% de lo colombianos no tiene partido, y los que lo tienen no se parecen a los partidos del sectarismo.
Este cambio, (cada día cambiamos), demuestra lo pasajero que es el hoy, el ahora. Se va y no vuelve. Lo único que queda vivo es el Apocalipsis, con 2000 años de existencia y Jesús, a quién siempre le decimos que lo amamos y que se haga en nosotros su palabra. Palabra siempre nueva y vigente, simbólica, que nos revela la verdad, el verdadero caminoy la vida.         

miércoles, 22 de agosto de 2012

EL SIMBOLISMO


Tanto el Antiguo Testamento, como el Nuevo Testamento y el Apocalipsis, utilizan este medio para mostrar y explicar los temas bíblicos, cuando se basan, en algunos casos, en revelaciones hacia el futuro, o bien, para mostrar lo que no se ve, ni se podrá ver, cuando estamos limitados por las categorías de tiempo y espacio. El Diccionario de la Biblia de W.R.F. Browning, dice que los  símbolos proliferan en la Biblia, y hace una extensa narración al respecto.  Para simplificar se me ocurre pensar en el Espíritu Santo simbolizado en una paloma, o en Cristo simbolizado en una cruz. Es más simbólica la paloma para llegar a entender que es Dios el que habita en el alma del ser humano, que es una explicación sustentada en la fe, para conocer lo que no se ve. Dios va con uno´y habita en el templo interior del ser humano, simbolizado también por el Espíritu Santo, pero todo conduce a la necesidad de vivir siempre con Dios, en un mundo material lleno de obstáculos que nos impiden ver a Dios a simple vista.
Con la Cruz podemos ver la imagen de Jesús, pero muchos sólo tenemos el símbolo de la cruz para recordar su pasión. La Cruz es más fácil de ver que la paloma, pero en el fondo se ha convertido en un símbolo que nos acompaña siempre, en las buenas y en las malas, aunque muchas veces no nos pasa por la cabeza su Pasión. Podemos estar de fiesta con la Cruz, llevarla de paseo en el avión, y generalmente es el símbolo que ponen las personas para defenderse del pecado. Es más la Cruz, como símbolo nos trae este significado: el triunfo del amor sobre el pecado, o la manifestación del amor de Dios por el ser humano, amor infinito y en gratuidad.
Pero no es fácil entenderlo. El diccionario de la Biblia, citado, nos muestra su complejidad, cuando dice: "Los investigadores modernos están divididos acerca de lo que en el NT es estrictamente fáctico, (los hechos), y lo que es principalmente simbólico".  Seguramente se produce porque la persona al leer, puede imaginarse a su manera lo fáctico. Entonces habría varias interpretaciones, que sólo son superadas cuando el amor puro y el corazón puro, buscan solamente el amor infinito de Dios. Eso lo explica todo.

domingo, 19 de agosto de 2012


´APOCALIPSIS # 1
El libro del Apocalipsis procede del griego, que significa revelación. Es una obra semejante al libro de Daniel del AT. Desde principios del siglo II se atribuyó  Juan, considerado también el autor del cuarto evangelio.
El libro de Daniel del AT, trae varios temas que explican en parte el mensaje del Apocalipsis en unos sentidos específicos. Por ejemplo: se refiere a  a la invasión de Nabucodonosor a Jerusalén, y el envío a Babilonia de judíos educados a la corte del rey, (entre ellos Daniel). El rey conversó con ellos, y los encontró más competentes  que los que había en su corte. 
El rey tuvo un sueño y quiso saber su interpretación, pero los sabios de su corte no fueron capaces de interpretarlo. El rey no les reveló el contenido de este. Y mandó matarlos a todos porque ninguno había sido capaz de revelarle el significado de su sueño, inclusive a los judíos que estaban en su corte. Fue Daniel el que salvó a todos con su interpretación sobre el fin del mundo, que fascinó a Nabucodonosor, quién cayó postrado en tierra, y le dijo a Daniel: "Verdaderamente vuestro Dios es el Dios de los dioses".
 Daniel le dijo al rey que no hay sabios en la tierra capaces de interpretar el sueño que el rey había tenido. El que revela los sueños es Dios. Nadie más puede.
Y la revelación que encontramos en el libro de Daniel, tiene entonces  las  mismas cosas que el Apocalipsis. No sólo el fin de los tiempos, sino las profecías que se sucederán antes de que venga este.

viernes, 10 de agosto de 2012


EL APOCALIPSIS

Viene de un término  griego que significa revelación. Como la revelación es hacia el futuro, representa lo que nos hace saber Dios. Lo escribe Juan en la isla de Patmos... Una isla griega del Mar Egeo, en el Dodecaneso. Los es euros hablan de la Parusía de Cristo. Fue escrito. Durante el reinado de Domiciano, en el año 95 DC. 

La persecución de los cristianos en esos tiempos fue terrible, y el Apocalipsis, era la esperanza, el nuevo pueblo, que ha venido al mundo con Emanuel, (Dios con nosotros), a salvarnos de las manos de Demonio.

Dice 

La Biblia de Jerusalén: El Apocalipsis es la gran epopeya de la esperanza cristiana, el canto de triunfo de la Iglesia perseguida.
Tiene 22 capítulos, las Cartas a las Iglesias de Asia,  el ángel de la iglesia de Efeso, el ángel de la iglesia de Sardes, de Tiara,  de Filadelfia, de Laodicea. Luego vienen las visiones proféticas , el castigo de Babilonia,  el exterminio de las naciones paganas, y finalmente la Jerusalén futura.
EL APOCALIPSIS
Viene de un término  griego que significa revelación. Como la revelación es hacia el futuro, representa lo que nos hace saber Dios. Lo escribe Juan en la isla de Patmos... Una isla griega del Mar Egeo, en el Dodecaneso. Los es euros hablan de la Parusía de Cristo. Fue escrito. Durante el reinado de Domiciano, en el año 95 DC. 
La persecución de los cristianos en esos tiempos fue terrible, y el Apocalipsis, era la esperanza, el nuevo pueblo, que ha venido al mundo con Emanuel, (Dios con nosotros), a salvarnos de las manos de Demonio.
Dice 
La Biblia de Jerusalén: El Apocalipsis es la gran epopeya de la esperanza cristiana, el canto de triunfo de la Iglesia perseguida.
Tiene 22 capítulos, las Cartas a las Iglesias de Asia,  el ángel de la iglesia de Efeso, el ángel de la iglesia de Sardes, de Tiara,  de Filadelfia, de Laodicea. Luego vienen las visiones proféticas , el castigo de Babilonia,  el exterminio de las naciones paganas, y finalmente la Jerusalén futura.

jueves, 2 de agosto de 2012


BOGOTÁ EN 1867
No se trata de una historia, sino de un breve recuento, basado en una vieja guía de 1867, que muestra como cambian tanto las cosas, cuando nos parece mentira ver a Bogotá con 40 mil habitantes ayer, frente al de ahora de siete millones. La descripción de este libro que nos vislumbra  esa arcadia de antes, rebosante de ingenuidad, de costumbres sanas, de sano ingenio, y de todas aquellas cosas que hicieron posible no obstante formar la ciudad de hoy, basado en su ancestro anterior, del que algo queda en su alma. La guía se titulaba: Almanaque de Bogotá. Costaba apenas 80 centavos y se vendía en la imprenta de un señor Gaitán, junto con otros libros muy conocidos, como la gramática de Andrés Bello a 50 centavos, la ortografía de Marroquín a 80 centavos, el manual de la urbanidad de Carreño a 40 centavos, y el catecismo de la doctrina, reformado por el señor arzobispo, a 10 centavos.
Contiene un prólogo de José María Vergara y José Benito Gaitán, y un tratado de historia con el título de Cronología de soberanos y magistrados. Tiene también un almanaque para 1867, arreglado para el meridiano de Bogotá, capital de los Estados Unidos de Colombia, por el doctor Benito Domínguez y aprobado por el ilustrísimo Señor Arzobispo.
Hay una lista de los próceres y mártires de la Independencia para eterna memoria y honra para los que con su sangre sellaron nuestra independencia de España. La nomenclatura de la ciudad de Bogotá era por nombres. Había 26 carreras hacia el oriente, 25 al occidente, 22 al norte y 15 al sur. Los distritos parroquiales eran 4, el de la catedral, con 18.455 habitantes, el de las Nieves con 9.333, el de Santa Bárbara con 6.502 y el de San Victorino con 5.717. En total 40.000 habitantes.
Desde entonces Bogotá era ya una ciudad que tendía a alargarse con 88 carreras y 690 calles. Escasa en zonas verdes con 6 plazas y 9 plazuelas, y como cosa curiosa tenía más almacenes y tiendas que casas de habitación: 2720 de estas últimas y 3127 de almacenes y tiendas. Había 32 quintas y sólo 6 baños públicos. Un observatorio astronómico, un telégrafo, 30 templos católicos y uno protestante, 25 edificios públicos, 50 establecimientos de instrucción elemental, 3 logias, 3 cementerios, dos católicos y uno protestante.
Trae una lista de todos los empleados públicos con su sueldo anual y la dirección de su casa de habitación. En 1867 ya era presidente el general Tomás Cipriano de Mosquera, con un sueldo anual de 9.600 pesos. El menor sueldo corresponde al cartero ordenanza de la Secretaría del Interior y Relaciones Exteriores, con un sueldo anual de 120 pesos, es decir 10 pesos mensuales. Había 4 embajadores y 6 cónsules.
El cuerpo de serenos (porque no había policía como la de ahora), lo componían 20 hombres con un sueldo anual de 109 pesos con 50 centavos. Jacobo Amaya era el encargado del alumbrado público con un sueldo anual de 255 pesos con 50 centavos. Los serenos también contaban con 4 suplentes.
Tenía Bogotá dos prisiones para hombres y una para mujeres. Había 154 penados en total: con 62 detenidos y sumariados, 92 presos de trabajos forzados, 30 de los cuales componían el camino que conduce a Villeta. En cuanto a las mujeres: 11 reclusas y 17 encausadas o detenidas.
Finalmente la guía termina con una lista de abogados, médicos, agencias públicas y comerciales, entre los cuales destacamos unas profesiones y unos negocios que hoy nos suenan extraños: “…armerías, albeiterías, fabricantes de carruajes, casas de tresillo, fabricantes de molduras crespas, fundidores de estribos, hulerías, y composición de sombreros de paja, iluminación de retratos fotográficos, pendolistas, pesebreras, tenerías y muchos otros”.
Todo parece haber cambiado, pero es bueno recordar el pasado en que crecimos, y naturalmente, recordar los valores que se hayan perdido, pero también los defectos que hemos superado. Creo que los mejores valores que se conservan son la buena disposición para el diálogo, y el respeto por la leyes que nos legó el Hombre de las Leyes, el General Santander.